Las series de TV con sede en la ciudad de Nueva York han sido tremendamente populares durante décadas. En todo el mundo, la gente ha soñado con vivir como Monica Geller, Rachel Green o Carrie Bradshaw y su banda de amigas. Una cosa que los escritores siempre parecen equivocarse en los programas con sede en Nueva York es el precio de los bienes raíces. Simplemente no es factible vivir un estilo de vida fabuloso en la ciudad de Nueva York con un presupuesto reducido.
Mónica y Rachel no podían pagar su apartamento, y Carrie tampoco podía pagar una renta más elevada luego de pensar en dejar su departamento. En la temporada 4, sin embargo, Carrie tiene que encontrar una manera de comprar su departamento a su ex novio. Los escritores nunca se molestaron en hablar de números, pero descubrimos cuánto habría necesitado Carrie para lograr la compra.
Carrie tenía 35 años cuando se encontró en una necesidad desesperada de un pago inicial. Sin embargo, hubo un problema grave; ella no tenía absolutamente nada de dinero. Carrie tenía un total de $ 700 en su cuenta corriente y poco menos de $ 900 en su cuenta de ahorros. No tenía cuentas de inversión y, presumiblemente, tampoco 401k. Ella era, a todos los efectos, un mal riesgo para los prestamistas.
Confundida por el destino de todo su dinero, Miranda señaló amablemente que la mayoría del dinero de Carrie se destinaba a la compra de zapatos. A $ 400 por par, Carrie poseía aproximadamente 100 pares de zapatos, que Miranda Hobbs señaló que equivalían a lo que necesitaría como anticipo. Eso significa que Carrie necesitaba $ 40,000 para dejar su cooperativa, y eso supone que tenía un historial de crédito lo suficientemente sólido como para calificar para un préstamo hipotecario.
¿Cuánto quería Aidan por el departamento?
Cuando Aidan Shaw se mudó del departamento de Carrie, le entregó documentos pidiéndole que le pagara exactamente lo que pagó por la unidad. Si bien nunca se menciona exactamente cuánto fue eso, es bastante fácil suponer, considerando que sabemos cuál fue el pago inicial de Carrie en la unidad.
La mayoría de los edificios cooperativos en la ciudad de Nueva York requerirán que los compradores potenciales tengan un pago inicial mínimo. Ese dinero, en general, tampoco puede venir en forma de préstamo. Brick Underground señala que los edificios cooperativos generalmente requieren que un comprador potencial tenga entre el 20 y el 25% del valor de la unidad como anticipo. Sin embargo, los porcentajes pueden variar según el tablero y el edificio. Los desarrollos de lujo pueden requerir un pago inicial del 50%, mientras que las cooperativas más pequeñas pueden estar dispuestas a entretener a los compradores que solo tienen que dejar el 10%.
Como Carrie estaba buscando un pago inicial de $ 40,000, se puede suponer que su departamento le costaría entre $ 200,000 y $ 400,000. Teniendo en cuenta que la mayoría de las cooperativas en Manhattan requieren al menos un pago inicial del 20%, es seguro asumir que el departamento estaba más cerca de la marca de $ 200,000.
¿Es eso incluso realista para los bienes raíces de Manhattan?
El apartamento de Carrie, ubicado en la calle East 73rd, estaba en un vecindario deseable, pero le faltaban algunas de las comodidades que la gente busca cuando quiere comprar un departamento en Manhattan. El hecho de que el departamento de Carrie fuera un estudio significa que hubiera sido más barato que las unidades con un dormitorio real y seccionado. También se decía que su edificio era un paseo y no tenía aire acondicionado central. En teoría, esos inconvenientes lo habrían hecho más barato que las unidades en edificios con alojamientos de lujo, pero ¿fue razonable el precio de $ 200,000?
Los departamentos a menudo tienen un precio por pie cuadrado en lugares como la ciudad de Nueva York. Según Miller Samuel Inc., las cooperativas se vendían por alrededor de $ 800 por pie cuadrado en 2002, el año en que Carrie tuvo que comprar su unidad. Suponiendo que el departamento de Carrie tuviera aproximadamente 500 pies cuadrados, la unidad debería haber costado alrededor de $ 400,000. Sin embargo, el valor de la residencia habría sido un éxito debido a la falta de un dormitorio dedicado. Según el mismo informe, el estudio promedio en Manhattan se vendió por $ 281,000 en 2002. Si bien no es el precio de $ 200,000 insinuado en Sex and the City, tampoco está terriblemente mal.